Las rocas con vida

Elizabeth Selene Gómez Acata

En un lugar de México llamado Bacalar, un pueblo mágico ubicado en Quintana Roo, existe la laguna de los siete colores, la cual es una maravilla no solo por las diferentes tonalidades de azul que observas en la superficie a lo largo del día, de ahí su nombre, sino porque alberga a las rocas vivientes.

¿ las rocas vivientes? ¿existen? Te estarás preguntando y, no me refiero a esas de la película “La historia interminable”, esas son de fantasía. Estoy hablando de unas estructuras que parecen rocas pero que en realidad son microorganismos, bacterias, o bichitos como comúnmente les dicen.

Microbialitas en Laguna de Bacalar Quitana Roo, 2019

Estas estructuras con apariencia de rocas, se llaman estromatolitos y la gente del lugar les dice “las rocas vivientes o las rocas con vida”. Los estromatolitos son microorganismos que viven en comunidad, ayudándose unos a otros y creciendo lentamente durante años hasta formar esas formas rocosas.

Y ¿te cuento algo aún más interesante de ellas? Son una de las formas de vida más antiguas del planeta. En la laguna de los siete colores, existen algunos estromatolitos de 2000 años de antigüedad. Gracias a éstas estructuras rocosas es que hay oxígeno en la Tierra. ¡Así es! Si bien, los árboles, los pastos marinos y el fitoplancton contribuyen en la actualidad a la producción de oxígeno en el planeta, fueron las formas antiguas de los estromatolitos las primeras en existir y saturar la atmósfera del planeta con oxígeno, y todo gracias a las bacterias que los forman, principalmente a unas llamadas cianobacterias.

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