calaverita literaria ciencia

Leeuwenhoek y la catrina

Elizabeth Selene Gómez Acata

En una anticuada tienda de telas

de una pequeña ciudad Holandesa,

llamada Delft por su delicadeza,

estaba Leeuwenhoek puliendo unas lentes

cuando entró la catrina rechinando los dientes.

¿Qué haces? – La catrina curiosa le preguntó

puliendo mis lupas para esta ocasión,

y fue entonces que sucedió,

lo que pocos pensarían con imaginación

Inventó el microscopio para hurgar

en todas partes donde podía alcanzar.

Yo siempre he querido lo invisible observar,

para así saciar mi amplia curiosidad,

ahora con suprema velocidad

es tu turno de que te dejes atrapar.

Mi huesuda amiga con disfraz,  

ven a echarle un vistazo fugaz

a lo que he puesto en esta cabeza de alfiler

estamos por descubrir, lo que pocos podrán comprender,

seres tan diminutos, minúsculas formas de vida,

que te dejaran asombrada para toda la vida.

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